Bienestar psicológico y salud mental del estudiantado de la UEx

El cuidado de la salud mental y del bienestar emocional son aspectos para tener presentes en cualquier colectivo social y, de manera más señalada, en la juventud. Quizás no se ha prestado la suficiente atención a los problemas derivados de las continuas y cada vez más rápidas transformaciones a las que están sometidos los jóvenes en la actualidad. Transformaciones de diferentes procedencias: sociales, tecnológicas, relacionales, etc., a las que debemos sumar los efectos derivados de la reciente pandemia sanitaria que tanto ha afectado a todos los niveles.

Particularizando a nuestros jóvenes estudiantes universitarios, la preocupación por los problemas de salud mental y emocional se ha obviado quizás en mayor grado por la creencia incorrecta de que el entorno universitario era como un “remanso de paz” en medio de todo este ambiente convulso. Mi impresión como profesor experimentado hubiese coincidido con esa falsa idea de tranquilidad. Sin embargo, las labores de gestión al frente de la Universidad de Extremadura me han aportado una perspectiva diferente y mucho más realista de las vicisitudes que afrontan los estudiantes en su periodo universitario, complicaciones procedentes no sólo de las obligaciones académicas, sino de todo tipo: sociales, relaciones interpersonales, económicas, problemas de identidad, de expectativas de futuro y un extenso conjunto de variables que rodean a los jóvenes estudiantes en esta etapa vital y que han sido sistemáticamente detectados y recogidos en este estudio.

Podemos corroborar la extensión del problema con el incremento de casos atendidos por la Unidad de Atención al Estudiante de la UEx cada curso académico y, muy especialmente, desde la pandemia de la COVID-19, que ha desencadenado un incremento en las situaciones de ansiedad y agudizado el resto de las situaciones.

Quisiera hacer mía una reflexión de uno de los participantes en la que afirma “la verdad es que no han sabido enseñarnos a ser felices y a gestionar nuestras emociones, nadie, ni la familia, ni la escuela, ni la universidad”. La conclusión no puede ser otra que algo estamos haciendo mal y que los jóvenes estudiantes encuentran en la sociedad y también en la universidad un ambiente hostil que debemos cambiar. El presente trabajo es una herramienta muy útil a tal fin, detectando los problemas, sus causas y analizando científicamente los resultados y proponiendo mejoras.

Por último, quiero destacar y elogiar el trabajo realizado por los autores de este estudio, elogios de los que son merecedores por la minuciosa labor realizada, incluso en tiempos en los que han compaginado con otras actividades de gestión académica. Mis mejores deseos para futuros trabajos que, como hemos visto, no podemos dejar de lado.

Antonio Hidalgo García Rector de la Universidad de Extremadura (2019-2023)